1.- Fortalecer el autoestima de los participantes y motivarlos a generar riqueza.
2.- Enseñar habilidades básicas para desarrollar productos y comercializarlos.
3.- Proveer equipo y materia prima para iniciar pequeños emprendimientos.
Experiencias 2018:
San Cristobal de la Frontera, Santa Ana.
Asentamiento rural de 8,000 habitantes, contiguo a la frontera con Guatemala.